**Buscando autoafirmación**
Conocemos como autoafirmación, una característica de la conducta que se singulariza por un comportamiento social positivo, que apunta a defender un derecho o alcanzar a una meta,pero en ciertos casos y quizás a lo que más apunta dicha conducta es que en vez de ser algo útil como una autoayuda, pues llega a crearnos un relación defectuosa para con nosotros mismos y aquello que los demás de alguna forma pueden llegar a percibir ,yo lo llamaría más que autoafirmación, el ego elevado a la potencia máxima, claro está, siempre cuando esté encaminado en el hecho de querer sentirnos superior a los demás.
Todos pasamos por distintas etapas de la vida y este tema no pasa por alto, de alguna forma todos nos hemos sentido asi, no significa que por ello estemos señalados a sentirnos déspotas o malas personas, creo que lo mejor del caso es reconocer a tiempo este tipo de característica en nuestra actitud y hacer una mejora considerable con tal de que en un futuro esto no nos afecte en nuestra relaciones personales.
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Aquí les expongo este interesante articulo, espero les guste.
Tenemos el hábito de apoyarnos en los demás para nuestra autoafirmación. No solemos ir al contacto humano de un modo imparcial, sereno, objetivo, libre de contaminaciones subjetivas que enturbien nuestra visión de los otros. Para desgracia propia, aprovechamos la vida de relación como trampolín desde el que nos zambullimos en nuestro Yo-idea. La inclinación interior, siempre tensa, hacia una plena realización de nosotros mismos, buscando llegar a ser y vivirnos del todo, adquiere en nuestra vida social un carácter de automatismo por el que en toda relación con los demás perseguimos el Yo idealizado. «Los demás» son un medio que puede proporcionarme la sensación de vivirme a mí mismo en el yo idealizado.
Esto nos empuja a buscar en la relación personal el modo de que todos aquellos con quienes hablamos nos admiren, tengan una idea óptima de nuestra inteligencia o de cualquier otra cualidad inserta en nuestro Yo-idea; en otros casos a demostrar nuestra superioridad mediante la oposición o la lucha. O, si constatamos que el contrincante es fuerte, o, si es débil nuestra estructura caracterológica -nuestro Yo-experiencia- , adoptamos entonces la actitud que pueda despertar lástima o conmiseración, o congraciarnos con aquella persona, tratando de darle gusto y mostrándole que participamos de su alegría. De este modo el primer sabor que debería tener el acto vital de expresión, de auténtica vida, queda suprimido de raíz; no es posible ya abordar la relación humana con libertad interior.
Este defecto inicial trae como consecuencia que toda reacción del prójimo adquiera un valor desorbitado, bien tienda a confirmar o a negar los valores del Yo. Se ha enturbiado la visión objetiva de los hechos, deformados por estar previamente sensibilizados en una única dirección. Y todo cuanto los demás digan o hagan, si me favorecen, me congraciará con ellos; pero si me es contrario, perderán mi estimación, tratándoles de personas muy poco interesantes y despreciables, de las que conviene alejarse. De un modo o del otro, me apoyo en los demás, y, lógicamente, siempre dependeré de los demás como un juguete en sus manos.
Se trata de un defecto inicial de actitud, por el que nos apoyamos en los otros, no para conseguir el objeto de la entrevista, sino para llegar a la satisfacción del Yo (no, el verdadero), o a la seguridad de mí mismo.
Escrito por: Antonio Blay
Escrito por: Antonio Blay
3 Comments:
hola!!! siempre es un deleite leerte te dejo un beso grande!!! siempre Alegria
sandra excelente tema!
Alegríadequerer: Cuanto tiempo que no te kraba por aqui!! me alegra tú visita y la alegría que siempre destellas a tú paso ;)
Gracias de verdad, espero que te esté yendo bien
Ariadne: Niña linda!!! un muack grandote! espero que te haya gustado tanto como a mi, y sobretodo cuando uno puede tomar el lado bueno de las cosas y ponerlo en práctica :)
Besitos puertoplateña beslla!!
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